Comunicado de prensa: At School for Fashion and Design

La Stampa ha publicado un artículo sobre nosotros.

Texto extraído del artículo que debe consultarse sin abstenerse:

La moda, año récord de facturación: pero ¿cómo ser diseñador sin capital? El vademécum para empezar

Nace una empresa, la primera de Europa, que acompaña a los diseñadores emergentes en un camino basado en reglas sencillas: ideas, creatividad y buenas estrategias de marketing.

Este es el vademécum que hay que seguir para establecerse en la moda y tener posibilidades de éxito.

Primera regla, no bajar nunca, explica Corrado Manenti, inventor de esta original ruta.

Ya se han creado un centenar de empresas con una facturación media de 100.000 euros por recogida... Un récord 2022, con un volumen de negocio cercano a los cien mil millones de euros.

La industria de la moda corre velozmente y, a pesar de la crisis, no parece dar señales de ceder.

Gracias sobre todo a las grandes marcas, firmas de prestigio que exportan con éxito por todo el mundo siguiendo la estela del Made in Italy. Un importante flujo de dinero que, sin embargo, no puede ni debe desanimar a quienes tienen ideas y creatividad y quieren darlas a conocer de alguna manera.

En resumen, ¿se puede entrar en el mágico mundo de la moda sin un capital importante y utilizando estrictas estrategias de marketing?
Corrado Manenti está convencido de ello y ha fundado una empresa con la que acompaña a diseñadores emergentes en este camino y les da la oportunidad de darse a conocer al gran público.

De ahí el vademécum que hay que seguir para tener éxito:

Estoy convencido", explica Manenti, "de que la habilidad es un elemento indispensable, pero por sí sola no basta. Se necesita un método, digamos, científico con el que abordarlo". Doce reglas sencillas para aplicar en tu negocio. La primera, quizá la principal, se refiere al público objetivo: la moda es una industria muy vasta, por lo que es importante identificar quién será tu público objetivo. Comprender de antemano sus necesidades, gustos, necesidades y expectativas es crucial. Del mismo modo que es crucial mirar hacia el futuro e intentar ser siempre innovador. Siempre y cuando, aquí está la segunda regla, mantengas la coherencia con tu creatividad y tu marca. Ya he formado a un centenar de jóvenes que han creado empresas con una facturación media de 100.000 euros a partir de sus primeras colecciones en el mercado. En muchos casos, el método que hemos adoptado es también la base de empresas que ya están implantadas en el mercado internacional

La coherencia, por tanto, otra consigna para los futuros diseñadores.

De hecho, con la constancia, colección tras colección, se construye la propia iconicidad:

"Parece una palabra sacada de contexto", dice Manenti, "pero en realidad es fundamental para dar una imagen de sí mismo que mejore con el tiempo, pero que siga ligada a unos principios firmes. Uno de los cuales es, sin duda, la calidad de los productos que utiliza. Un aspecto en el que hay que poner la máxima atención, como en las personas con las que se trabaja. Los artesanos y las fábricas de confianza marcan la diferencia. Luego, encontrar el justo equilibrio entre la calidad así conseguida y el precio mide la competitividad de la marca. También se presta atención a la sostenibilidad. Una marca emergente de gama alta, comparada con la industria de la moda rápida, tiene la obligación de ser más "virtuosa".

A todo esto hay que añadir, por supuesto, el marketing, que no es menos importante: "Es un aspecto que mucha gente subestima", afirma Manenti, "pero es sustancial. Una buena estrategia de marketing es esencial para promocionar productos y marcas. Hay que crear campañas publicitarias creativas y utilizar las redes sociales para llegar al público objetivo. Pero no se puede vivir solo de lo virtual.

Pocas marcas emergentes pueden considerarse nativas digitales. La moda sigue siendo un mundo de productos físicos, de tiendas, boutiques y showrooms. Es mucho más fácil tener éxito con una distribución capilar formada por una selección de tiendas y salas de exposición que centrarlo todo en las ventas en línea".

Productos, estrategias de marketing, equilibrio entre calidad y precio. Pero la moda es también, y sobre todo, emoción, para quienes la hacen y para quienes la reciben como consumidores: "Un buen diseñador -dice Manenti- no puede limitarse a ejercicios de estilo. Dejarse inspirar por las grandes marcas contemporáneas es ciertamente seductor, pero no es más que la punta del iceberg de un sistema de comercialización mucho más complejo".

Si las grandes marcas obtienen la mayor parte de sus beneficios vendiendo productos de estilo de vida, como cosméticos, accesorios y perfumes, quien quiera imponerse en el mercado, como un joven diseñador, debe, por el contrario, preocuparse de vender ropa. Y, sobre todo, no debe rendirse nunca ante las primeras dificultades.

Los sueños deben cultivarse con inteligencia y perseguirse con pasión. Una receta que puede lanzar a la moda incluso a quienes no tienen grandes capitales detrás. Eso sí, con estilo, imaginación y habilidad".

Un hombre con traje y corbata de pie en una oficina, que representa la oficina de estilo y la aspiración a convertirse en diseñador.

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