Siempre que el tema sea escribir para la web, se repite que es imprescindible crear contenidos de calidadcomo si no fuera evidente que los posts copiados y pegados de otros blogs, poco interesantes, inexactos y mal escritos, no interesan a nadie, además de ser mal indexados por los buscadores. Sin embargo, siempre se pasa por alto cómo hacerlo: para escribir bien en la web hay que saber hacer copywriting.
El copywriting, en la práctica, significa producir contenidos con un objetivo claro: hacer que la gente se conozca mejor, tal vez incluso solicitar una reunión o consejo, o comprar un producto. El copywriting tiene éxito cuando el lector pregunta: "¿Cómo puedo saber más?", o en el mejor de los casos: "¿Cómo puedo obtener ayuda de usted?". En resumen, El copywriting es el sutil arte de crear contenidos y hacer que la gente se interese para vender con elegancia.
¿Cómo se llega a Don Draper desde cero? En primer lugar, tienes que decidir sobre qué escribir, y el tema no debe ser en absoluto el producto o servicio que ofreces, porque cuando se escribe, no se escribe para uno mismo, sino para un público específico. Nadie escribe para todo el mundo. Antes de empezar hay que saber para quién se escribe, qué le preocupa, qué le divierte, qué edad tiene, qué compra y qué música escucha. Y luego golpeas con fuerza.
Paradójicamente, la gente navega por Internet para perder el tiempo, pero odia la sensación de estar perdiendo el tiempo. ¿Sabes lo irritante que es abrir una página que se carga lentamente? ¿O cuando dejas de leer algo porque las dos primeras líneas ya han sido demasiado aburridas? Eso es todo. No hay mejor manera de mantener la atención que ir directamente al grano.. Si te demoras innecesariamente, se nota. Elige un tema por post, pero desarróllalo bien: rápido, limpio y lineal. ¿Queremos exagerar? Tal vez incluso sea pegadizo.
El título es obviamente crucialAsí lo demuestra la mala costumbre de compartir artículos en Facebook sin ni siquiera abrirlos. Lo ideal es hacer como los periodistas: poner un título de trabajo, aproximado, para fijar la idea y luego cambiarlo al final, para que sea lo más agresivo y relevante posible.
Hay que evitar a toda costa los términos demasiado técnicosNo te hacen profesional y creíble, sólo incomprensible y presumido, y van en contra de la regla de oro de que todo lo que puede ser malinterpretado será malinterpretado. No seas demasiado abstracto y piensa de forma ordenada. Y cuando llegas al final, pones un punto final.
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